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GOD OF WAR 2

GOD OF WAR  2
God of War 2: Divine Retribution
Avances

Plataforma:
Playstation 2
Lanzamiento:
18/4/2007
Género:
Acción

God of War 2: Divine Retribution [PS2, Vandal.net]
God of War 2: Divine Retribution

Resulta difícil ponerle un techo técnico a la PS2 vistos los juegos que están saliendo para ella en esta última etapa de su larga trayectoria. Cuando parece que ya no veremos nada mejor, al menos en el apartado gráfico, llega un nuevo juego que vuelve a sorprendernos. Pasó con Burnout Revenge, y con Black; y lo mismo con Shadow of the Colossus, o con Okami o Final Fantasy XII (estos dos últimos, títulos que aún no han salido por estos lares pero que han demostrado con creces lo que es capaz de hacer PS2). Y no tendríamos que buscar un referente en otras sagas porque el mismo God of War original lucía impresionante y llevando a la máquina de Sony a límites insospechados. Pues una vez más, esos límites han sido superados. Casi parece que, por momentos, la consola se atreva a compararse con las máquinas de nueva generación que han salido o van a salir. Es evidente que no hay saltos técnicos abismales, pero las diferencias entre el primer God of War y el segundo son palpables.

Quizás muchos esperasen que el desarrollo de esta secuela se fuese para PS3 pero finalmente se quedó en PS2 para aprovechar el parque de consolas ya instalado y garantizarse unas buenas ventas. Aún así, la tercera parte saldrá definitivamente en PS3, donde ya llevan trabajando un tiempo en él.

Divine Retribution nos presentará a un Kratos ya convertido en Dios de la Guerra tras vencer a Ares. Pero nuestro protagonista seguirá estando atormentado por todo el mal que causó tiempo atrás, y para enmendar sus errores, parte en la búsqueda de las tres Hermanas del Destino, pese a la negativa de los dioses del Olimpo, para que le ayuden a limpiar su pasado y que él pueda por fin, vivir tranquilo, sin tormentos.

God of War 2 aprovecha el motor gráfico de su antecesor pero logra exprimirlo un poco más. A estas alturas los programadores conocen tan bien los entresijos de la máquina de Sony que, aunque las limitaciones técnicas existan, las creativas no lo son tanto, y se permiten aplicar trucos de programación para romper pequeñas barreras que podrían haber sido una molestia de no conocer bien la PS2. Y eso es lo que hace este nuevo God of War, sacarle a la consola esas últimas gotas de zumo que todavía quedan en la naranja y que llenan un poco más el vaso.

Todo esto se traducirá en un mayor nivel de detalle gráfico, con un mejor modelado de los personajes, sobre todo de Kratos, y unas texturas mucho más detalladas. Así mismo, los escenarios del juego serán más amplios y estarán cargados de detalles visuales sin que por ello la experiencia de juego se vaya a ver resentida en lo más mínimo. Y es que amplio o grande, son términos que se quedarán pequeños para el juego que se nos viene encima. Bastará con echarle un vistazo al primer jefe final para darse de cuenta de todo esto.

El juego conservará intacta su fabulosa esencia, heredada del primer juego, ofreciendo acción constante y casi sin descanso e incluso añadirá más tomate de cosecha propia y alguna novedad jugable. Habrá mucha más violencia, llegando incluso al sadismo y al gore, lo cual sorprende de por sí viendo lo salvaje que era Kratos en el primer juego. Esta vez él se va a cortar mucho menos con los rivales porque literalmente será él quien los rebane por todas partes.

El derrame de sangre es continuo y por veces alguno se preguntará si todo ello es necesario mientras otros se regocijarán ante lo que ven sus ojos. Para que esto sea posible, Kratos contará con nuevos movimientos y golpes que darán más variedad si cabe a la ya impresionante lista de combos que dominaba en el God of War original. El título seguirá siendo casi un machacabotones, pero como sabrán los fans del juego, no se tratará de un machabotones normal, sino que te obligará a pensar qué hacer en cada momento, y a utilizar determinadas técnicas con cada enemigo si quieres seguir adelante.

Habrá nuevos enemigos, como esqueletos que resucitarán tras permanecer unos segundos sin rematar, o demonios con aspecto de cerdo y que manejarán hachas de doble hoja. Pese a todo, la influencia de la mitología griega seguirá estando muy presente y seguirá siendo una de las mayores fuentes de inspiración: volveremos a enfrentarnos a medusas, centauros y cancerberos aparte de a algún ser nuevo, y habrá muchas más jefes que en la primera parte, y de tamaño enorme. También volverán las QTE (Quick Time Events), tan en boga últimamente, donde habrá que pulsar un determinado botón cuando se nos pida para que la secuencia continúe y podamos así acabar con el enemigo.

Una vez haya acabado con los jefes que osen interponerse en su camino, Kratos recibirá el arma que manejasen. Es una de las novedades que se incluirán. Así podrá manejar, aparte de sus ya conocidas Espadas del Caos atadas a sus brazos, un arco o un mazo, que prometen dar nuevas posibilidades a la acción, como ataques lejanos o más contundentes. Pero quizás la mayor sorpresa nos la llevaremos cuando veamos que se nos dará la posibilidad de ralentizar el tiempo a través de un amuleto mágico, con lo que las batallas ganarán en intensidad, o los saltos calculados hacia plataformas móviles serán algo más sencillos.

Y éste es otro de los aspectos que se verán revisados, el uso de los elementos plataformeros y los puzzles. Los primeros lo harán con un mayor acto de presencia, para aumentar la variedad de situaciones a las que nos enfrentemos, por lo que los saltos tendrán su buena ración pero sin llegar a eclipsar la parte esencial del juego, la acción. Lo mismo ocurrirá con los puzles, que nos obligarán a pensar un poco y a explorar por el escenario la forma de alcanzar un punto determinado y que a primera vista parece inalcanzable. Pese a todo, la violencia seguirá presente en algunos puzzles. La sensación que desprende todo esto es la de que el juego promete ser mucho más profundo y con el toque justo de complejidad y dificultad, sobre todo con los jefes, como para ver colmadas nuestras expectativas más exigentes.

Sin duda, God of War 2: Divine Retribution calará hondo entre los fans y los recién llegados a la saga, y promete mejorar en todo aquello en lo que ya era bueno de por sí conservando su increíble jugabilidad y luciendo mejor que nunca. Las novedades están garantizadas y parecen coherentes, al contrario que en otros juegos, donde no son más que meros añadidos. Esperamos con ansia la salida del juego en dos o tres meses para que, cuando haya que analizarlo, daros la valoración que el título merezca.